Se produce una interrupción por reparación debido a eventos inesperados que interrumpen el suministro de energía. Estos eventos varían desde accidentes de tráfico en los que los automóviles chocan contra postes de servicios públicos, altas temperaturas que provocan que la demanda de energía sobrecargue las líneas eléctricas y los transformadores, condiciones climáticas severas como lluvias intensas o vientos fuertes, desastres naturales como terremotos e incendios, o incluso algo tan simple como un globo metálico que se quede atrapado en una línea.